Todo el mundo a oído hablar de esta película, quizás por eso me propuse verla.
Si esta película se hubiese estrenado en la actualidad, opino que no hubiese tenido tanta repercusión y no habría estado tan mediatizada como en 1961.
Juntar en una película a Audrey Hepburn y George Peppard es sinónimo de no caer en clichés de actores mediocres que malinterpretan los gestos y expresiones de estos actores. La señorita Hepburn, en esta película, sabe exactamente el papel que tiene que interpretar, y el señor Peppard, se crece a medida que avanza la película. Otra característica importante a destacar es la decisión del director, Blake Edwards, de desarrollar la película en Nueva York. Todo lo que se filma en esta ciudad le da a un largometraje cierto aire de esplendor y lujo.
Para aquellas personas que no han visto la película solo puedo decir que una mujer con un glamour exacerbado conoce a mucha gente y vive diversas situaciones en la noche neoyorquina. Lujo, excentricidades, amor y diálogos apropiados al contexto y a la época, hacen de Breakfast at Tiffany´s una película perfecta para disfrutarla solo, o estar con tu pareja comiéndote un Brownie. Saludos y que la disfrutéis, mi nota es un 7.
